¿Cómo surge una figura schleich®, desde la idea hasta la figura?Actualizado a year ago
Cada año, las figuras de nuestros mundos de juego reciben nuevos amigos y sets adicionales de juego. Así surgen nuevas ideas de juego y las aventuras con los amigos son aún más emocionantes. La inspiración proviene de la naturaleza, del trabajo conjunto con expertos internacionales y, sobre todo, de los propios niños.
Desde que se finaliza el diseño hasta que una figura de schleich® cobra vida en la habitación de los niños transcurre una media de tres a cuatro meses. El aspecto tan único y real de las figuras solo se consigue con trabajo minucioso y prestando atención a los detalles. Además, están pintadas a mano siguiendo los más altos estándares de calidad. Por eso se necesita tanto tiempo, y nosotros nos lo tomamos. Solo así conseguimos deslumbrar a los pequeños y valientes creadores de historias.
Antes de que, por ejemplo, una llama de schleich® pueda comenzar su viaje, se tienen muchas cosas en cuenta. Los diseñadores de schleich® utilizan fotos, dibujos y libros especializados para su trabajo. Crean un modelo de cera hecho a mano con todos los detalles necesarios para crear una llama que parezca real. Se necesitan entre dos y ocho semanas para dar este paso. En el caso de un caballo, cada pelo se aplica incluso individualmente. A continuación, los especialistas de los departamentos de marketing, fabricación de moldes y herramientas y garantía de calidad echan un vistazo a la llama de cera.
Si la llama aprueba el examen, pasamos a crear el molde real. Hasta la fecha, nuestro valioso inventario está compuesto por unos 600 modelos de cera que han sido creados como moldes de inyección hechos con una mezcla de zinc, aluminio, magnesio y cobre.
En cuanto al color, para que la llama sea perfecta, esta recibe su propio color base. Mezclamos diferentes pigmentos de pintura con base de PVC y creamos un color único. Todos los materiales y sustancias utilizados en la producción están químicamente testados con anterioridad. Así garantizamos que la llama es un producto inocuo. Los gránulos de plástico se derriten hasta el estado líquido y se inyectan en el molde a través de una boquilla. Después, la llama en crudo tiene que esperar para volver al estado sólido. A las figuras más grandes les damos un baño de agua fresca, mientras que las pequeñas se enfrían en placas refrigeradas.
La llama disfrutará especialmente el paso siguiente porque será pintada a mano con mucho cuidado. Las únicas que se sienten en situación de desventaja son las jirafas porque los motivos a gran escala, como su dibujo de manchas marrones, se imprimen mediante un proceso de tampografía.
Como ritual para unirse a la gran familia schleich®, la llama recibe finalmente la conocida bandera de schleich® con la S roja, y ya está esperando a que te la lleves.